sábado, 27 de enero de 2018

Presidencia de Francisco Linares Alcantara



LA PRESIDENCIA DE LINARES ALCÁNTARA

Al Septenio le siguió la presidencia de Francisco Linares Alcántara, elegido por Guzmán Blanco para sucederlo. Linares Alcántara ganó las elecciones en febrero de 1877, fue en ese mes cuando Guzmán Blanco viajé a Europa con su familia, confiado en que su protegido seguiría con su política Francisco Linares Alcántara. nació en Turmero el 3 de abril de 1825. Militar y político, participó en la Guerra Federal (1859-1863) y luchó en defensa de la causa liberal (1868-1870). Inició su carrera política en 1854 cuando fue elegido diputado  al Congreso Nacional. El 27 de febrero de 1877, Linares Alcántara fue elegido presidente del Congreso Nacional. Se le otorgó el titulo de El gran demócrata por permitir el regreso de los exiliados políticos en medio de una gran reacción nacional en contra de Guzmán Blanco.
Murió repentinamente en la Guaira el 30 de noviembre de 1878, justo en ese momento avanzaba hacia Caracas una revolución con la clara intención de quitarlo del poder y restituir a Guzmán.
El gobierno de Francisco Linares Alcántara, en los escasos 18 meses de su duración, fue un período cuyas metas estuvieron orientadas hacia lograr una apertura política, calificada como democrática,
Símbolo de este clima de apertura y del respeto por los derechos individuales, fue el decreto del 24 de mayo de 1877 (núm. 2.051), llamado Decreto de la Paz, el cual permitía el regreso a Venezuela de los exiliados políticos.
De igual forma, la proposición para un decreto de amnistía general con la liberación de todos los presos políticos, el cual fue aprobado por los diputados en la Asamblea Nacional Constituyente en diciembre de 1878 (ya muerto Linares Alcántara),  apuntaba hacia una mayor apertura que la que había imperado durante el Septenio guzmancista. Aunque el Congreso de 1877 fue responsable de un plan para permitirle a los 20 estados formar una compañía para explotar las minas de oro de Guayana, logrando así abrir otra fuente de ingresos para las arcas, siempre vacías, de los diferentes estados, la decisión del Congreso de 1878 relativa a las obras públicas es lo que más  se destaca del nuevo enfoque gubernamental. El decreto núm. 2.094, emitido por el Congreso el 15 de mayo de 1878, estipulaba que cada estado recibiría, del presupuesto nacional de Obras Públicas, la suma anual de Bs. 120.000 que sería aplicada a aquellas obras que las autoridades estatales consideraran como más  beneficiosas para su respectivo estado; esto significaba un cambio radical con respecto al control centralizado de los proyectos de obras públicas llevado a cabo durante el Septenio.
Si bien el decreto que pedía la demolición de las estatuas de Antonio Guzmán  Blanco, aprobado por la Asamblea Nacional Constituyente el 19 de diciembre de 1878, después del fallecimiento de Linares Alcántara, es generalmente considerado como la culminación del proceso político iniciado con su ascenso al poder, sin embargo, mucho más  indicativos del rechazo político hacia el gobierno del Septenio fueron los hechos siguientes: el decreto, aprobado el 18 de diciembre de 1878, que revalidaba la Constitución de 1864; las reformas que una comisión especial recomendó para la consideración del próximo Congreso; así como las propuestas de revisar la ley de septiembre de 1872 que había prohibido los seminarios y de devolverle a sus antiguos dueños los bienes eclesiásticos  que habían sido confiscados.
De hecho, el período de gobierno de Francisco Linares Alcántara  marcó un proceso de reacción contra Guzmán  Blanco que se inició, virtualmente, desde abril de 1877, con la publicación de varios periódicos, entre ellos La Prensa Libre de Puerto Cabello, o posteriormente, La Tribuna Liberal de Caracas que entablaron fuertes polémicas con La Opinión Nacional, vocero oficioso del guzmancismo.
Numerosas hojas sueltas que circulaban en Caracas y en las principales ciudades del interior atacaban abiertamente la figura del Ilustre Americano, calificándolo  de:…insigne malhechor, ladrón, sacrílego, etc.
Los guzmancistas incondicionales acusaban la indolencia cómplice del gobierno que no hacía nada para impedir las circulación de estos pasquines. La chispa que generaría el incendio de la reacción fue el proyecto de honores al general Linares Alcántara,  presentado ante el Congreso a iniciativa de Nicanor Bolet Peraza el 8 de mayo de 1877. A tenor del proyecto, se le concedería al presidente Alcántara  el título de Gran Demócrata.
En esta oportunidad, varias intervenciones en la Cámara  de Diputados se convirtieron en ataques directos a Guzmán  Blanco quien optó entonces por ausentarse del país (19.5.1877). Los episodios de la reacción se fueron concretando: Decreto de la Paz del 24 de mayo de 1877; el regreso a Venezuela del ex arzobispo de Caracas Silvestre Guevara y Lira (7.8.1877); la reapertura del Colegio de Ingenieros, clausurado por el Ilustre Americano.
A comienzos de 1878, una intensa campaña de glorificación al presidente Alcántara  se unía a la solicitud del retorno a la Constitución de 1864 que extendía a 4 años la duración del período presidencial. A pesar de que la opinión pública discutía desde mediados de 1877 las posibles candidaturas para la sucesión presidencial, “No habrá  elecciones” era el comentario del día.
Los propósitos continuistas de Linares Alcántara  se sumaban entonces al proceso de reacción contra Guzmán  Blanco. La muerte repentina del Gran Demócrata (30.11.1878) no interrumpió este proceso que siguió con el decreto del 18 de diciembre de 1878 que revalidaba la Constitución de 1864 y con el del 19 de diciembre que pedía la demolición de las estatuas de Guzmán  Blanco en Caracas.
Ante el vacío de poder que había dejado la muerte de Alcántara,  la Asamblea Nacional Constituyente, reunida en Caracas, acogió la proposición de Nicanor Bolet Peraza de elegir como primer designado al general Gregorio Valera, un hermano del difunto presidente y como segundo designado al general Gregorio Cedeño, quien se desempeñaba como presidente del estado Carabobo (20.12.1878). Valera se encargaría del Poder Ejecutivo hasta tanto se celebrasen las elecciones. pero los partidarios de Antonio Guzmán  Blanco, dirigidos en esta oportunidad por Francisco González  Guinán, lograron atraer a su causa al general Cedeño quien encabezó, el 29 de diciembre de 1878, la llamada Revolución Reivindicadora cuyo objeto era el retorno al país del Ilustre Americano y el fin de la aventura reformista iniciada por Francisco Linares Alcántara.

Tomado de: Fundación Polar (1998) Diccionario de Historia de Venezuela (CDROM) Caracas
BIBLIOGRAFÍA:
ARESTIGUETA MONTERO, RAFAEL. Para la historia: la administración Alcántara.  Caracas: Imprenta de La Opinión Nacional, 1878;
BIGOTTE, FÉLIX E. La verdad revelada. Caracas: Imprenta de Jesús María Soriano e Hijos, 1878;
GONZÁLEZ GUINÁN, FRANCISCO. Mis memorias. Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República, 1964;
LINARES ALCÁNTARA, FRANCISCO. El ejecutivo nacional a los venezolanos. Caracas: Imprenta Nacional, 1877; __. Mensaje del Presidente Constitucional de los Estados Unidos de Venezuela, presentado a la Legislatura Nacional de 1878. Caracas: Imprenta de La Opinión Nacional, 1878

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