sábado, 27 de enero de 2018

El Liberalismo Amarillo



El Liberalismo Amarillo.
  
El Liberalismo amarillo es el período  histórico económico, político, social, que abarca desde el año 1870 hasta 1889.
Se Inicia con la llamada Revolución de Abril a cargo de Antonio Guzmán Blanco en Febrero de 1870 y finaliza, en 1899 con la Revolución Restauradora al mando de Cipriano Castro, comenzando un nuevo período histórico denominado Los Andinos al poder.
Presidentes del período Liberalismo amarillo
Antonio Guzmán Blanco 1870 – 1877 (El Septenio) 
1879 – 1884 (El Quinquenio) 1886 - 1888 (La Aclamación)

 



Francisco Linares Alcantara 1877 – 1878


 




 Joaquin Crespo 1884 - 1886  --  1892 – 1898



 



Juan Pablo Rojas Paúl 1889 – 1890 




 



Raimundo Andueza Palacios 1890 – 1892

 







Ignacio Andrade 1892

Gobiernos de Antonio Guzmán Blanco



LOS TRES GOBIERNOS DE ANTONIO GUZMAN BLANCO
Se conoce como guzmancismo al período que va entre los años 1870 y 1888, durante el cual Antonio Guzmán Blanco dirigió el país, ya fuese ocupando la presidencia o colocando en ella a sus más cercanos colaboradores. Desde su ascenso a la presidencia y hasta su salida definitiva del poder en 1888, Guzmán Blanco impulsó las llamadas reformas liberales, que tenían como objetivo la modernización del país.
Durante casi 2 décadas, de 1870 a 1888, Antonio Guzmán  Blanco dominó la escena política venezolana. Bien como presidente, o en los interregnos desde Europa, su influencia marcó a la Venezuela del siglo XIX.
Antonio Guzmán Blanco nació en Caracas el 20 de febrero de 1829. Su madre era Carlota Blanco jerez de Aristeguieta, pariente de Simón Bolívar, y su padre Antonio Leocadio Guzmán, fundador del Partido Liberal y gracias a cual estuvo vinculado a la política desde la adolescencia.
FORMACIÓN ACADÉMICA
Cursó sus primeros estudios en el Colegio Independencia, que pertenecía a Feliciano Montenegro y Colón. Luego estudió Derecho en la Universidad Central de Venezuela. Alternó sus estudios universitarios con su trabajo como jefe de sección en la Secretaría de Relaciones Exteriores en el Gobierno de José Gregorio Monagas. Obtuvo el título de licenciado en Derecho Civil en 1856 y ese mismo año fue enviado a los Estados Unidos, donde desempeñó los cargos de cónsul de Venezuela en Filadelfia yen Nueva York.
Guzmán Blanco participó activamente en la Guerra Federal y quedó a cargo de la firma del tratado de Coche, acuerdo de paz que terminó con este conflicto. Cuando Juan Crisóstomo falcón asumió la presidencia del país en 1863, a Guzmán Blanco le fue confiado el cargo se vicepresidente y simultáneamente el de ministro de Hacienda, a la edad de 34 años.
LA REVOLUCIÓN DE ABRIL
Luego del estallido de la Revolución Azul, en 1868 Falcón fue derrocado y en su lugar tomó el poder José Tadeo Monagas, quien fue sucedido por su hijo José Ruperto. Exiliado en Curazao, Guzmán Blanco preparó un movimiento contra el Gobierno de Monagas. Este movimiento, luego conocido como la Revolución de Abril, fue apoyado por varios caudillos, entre ellos Joaquín Crespo, Matías Salazar y Francisco Linares Alcántara.
MINISTRO EN LAS CORTES EUROPEAS
Guzmán llegó a desempeñar el cargo de ministro plenipotenciario en las cortes de París, Madrid y Londres. Este cargo influyó especialmente en él, ya que le permitió establecer contacto con personajes de la talla del emperador Napoleón III y su esposa, la emperatriz Eugenia. Además, se inspiró en la arquitectura y los adelantos tecnológicos del Viejo Mundo y soñó con transformar a Caracas en una pequeña París.
El l4de febrero de 1870 Guzmán Blanco desembarcó en un sector conocido como Curamichate del estado Falcón, tomó San Felipe y San Carlos y se apoderó de Caracas el 27 de abril del mismo año. Quedó derrocado el Gobierno de la Revolución Azul y se inició el guzmancismo.
EL SEPTENIO, PRIMER GOBIERNO DE GUZMÁN
Los historiadores dividen al guzmancismo en varios períodos El primero es denominado el Septenio ya que abarca siete años, desde 1870 hasta 1877 En este lapso comenzó el proceso modernizador de la nación.,se diseñaron y se ejecutaron las primes medidas de reforma administrativa y las primeras gran5 obras públicas Además, se reformó la Constitución de 1864,
LAS OBRAS PÚBLICAS DEL SEPTENIO
Durante el Septenio la administración guzmancista puso Interés en la construcción de obras públicas
El 27 de junio de 1870, Guzmán  Blanco dicta el decreto de Instrucción Primaria Pública y Obligatoria; se estableció, para cumplir este cometido, la Dirección Nacional de Instrucción Abolió los peajes, que constituían tradición secular, e inició los trabajos de las carreteras del este y del sur de Caracas. Simultáneamente,  ordenaba el remozamiento de la plaza Bolívar de la capital.
Guzmán  Blanco, entre 1873 y 1876, había proseguido su enfrentamiento con la Iglesia. Pasos en este proceso, además  de los ya mencionados de 1870-1872, son: la instauración del matrimonio civil; la secularización de los cementerios; la supresión de las primicias que los fieles daban a la Iglesia; el destierro del obispo de Mérida, Juan Hilario Bosset, por haber desconocido la ley de matrimonio civil; el establecimiento del registro de estado civil; la supresión de los conventos de monjas; el destierro del arzobispo Silvestre Guevara y Lira por falta de residencia, de acuerdo con el Concilio de Trento, y declara vacante el arzobispado y nulos los actos de Guevara y Lira.
Durante el Septenio y de un modo especial los años 1873-1877, la administración de Guzmán  Blanco se distinguió por la realización de numerosas obras públicas y de ornato. Caracas, sobre todo, empezó a tomar otro aspecto. El Capitolio Federal fue concluido en su primera etapa en febrero de 1873, aun cuando la construcción total no se completó sino en 1877. El 7 de noviembre de 1874, fue inaugurada en la plaza Bolívar de Caracas la estatua ecuestre del Libertador, obra del escultor italiano Adán  Tadolini, que hoy se halla en ella. En octubre de 1875 y enero de 1876, sendas estatuas de Guzmán  Blanco fueron develadas en Caracas y en el año 1876 se culminaron las labores que transformaron la capilla de la Santísima Trinidad en el Panteón Nacional.
Entre los descontentos estaban los hacendados, quienes no lograron que el Gobierno llevase a cabo una política agraria satisfactoria aunque el impuesto nacional de tránsito  (en vez de los peajes), y la importancia conferida por el Gobierno a la mejora de las vías de comunicación, brindaban beneficios indirectos a los hacendados, puesto que mejores carreteras facilitaban el movimiento de los productos y reducían los costos de transporte.
En lo referente a los caudillos, la política de Guzmán  Blanco consistió en dejar en manos de ellos el mantenimiento de la paz en sus respectivos estados e intervenir tan sólo cuando todos los otros medios para asegurarla hubiesen fallado.
De esta manera terminó con la anarquía que reinaba en el país
LAS ESTATUAS DE GUZMÁN BLANCO
En el Septenio se erigieron dos estatuas de Guzmán Blanco La primera fue una figura ecuestre que se levantó entre el Capitolio y la Universidad (hoy Palacio de las Academias) a finales de 1887, y que era conocida Popularmente como “El Saludante”. A Principios de 1876 se levantó una imagen pedestre en la colina de El Calvario, a la que la gente la llamó “El Manganzón”
SEGUNDO GOBIERNO DE GUZMÁN.
EL QUINQUENIO.
A la muerte de Francisco Linares Alcantara, la Asamblea nombró como primer designado al general José Gregorio Valera, medio hermano de Linares Alcántara,  y segundo designado al general José Gregorio Cedeño. Este último no aceptó la designación, influido por el círculo guzmancista de Carabobo, del cual era alma Francisco González Guinán, y encabezó la Revolución Reivindicadora, reconociendo como jefe a Guzmán  Blanco. Con la batalla de La Victoria, se decidió el triunfo por Cedeño. Los principales protagonistas de la reacción antiguzmancista, como Colina y Bolet Peraza, salieron del país. El 13 de febrero las tropas «reivindicadoras» entraron a Caracas.
El 21 de febrero de 1879 Guzmán Blanco, proclamado director supremo por los revolucionarios, llega a Puerto Cabello. El 25 estaba en La Guaira, donde desembarcó en medio de gran entusiasmo. En la tarde del mismo día se encargó del mando. Empezaba así el Quinquenio.
El Congreso, que no tenía el carácter  de constituyente, se limitó a restaurar la vigencia de la Constitución de 1864, nombró a Guzmán  Blanco presidente provisional, anuló los actos de Linares Alcántara  y repuso en sus pedestales las estatuas demolidas. Confirmado por el Congreso, Guzmán  Blanco pidió permiso para ausentarse a Europa y dejó encargado del poder al ministro del interior Diego Bautista Urbaneja.
LAS OBRAS PÚBLICAS DEL QUINQUENIO
En el Quinquenio desarrolló principalmente una política de construcción de ferrocarriles, firmando contratos para el de Caracas-La Guaira, así como la continuación del de Valencia-Puerto Cabello. Contratos onerosos para la nación, ya que estipulaban un período de 99 años a favor de los contratistas y una garantía fija del 7% sobre el capital invertido; en caso de que éste rindiese menos, el Estado venezolano cubriría la diferencia. En 1880 el telégrafo se había convertido en un importante servicio público controlado por el Estado.
En ese año existían ya las estaciones de Caracas, La Guaira, Petare, Los Teques, La Victoria, Maracay, Valencia y Puerto Cabello. El tendido de las líneas llegaba a San Felipe, Montalbán,  Nirgua y poco después, a San Carlos y Barquisimeto. El 31 de enero de 1882, la línea telegráfica  llegó a la frontera con Colombia y se conectó con la línea Cúcuta-Bogotá.  El telégrafo no era sólo un eficaz y rápido  medio de comunicación, también era un instrumento de control político que los dirigentes del Estado venezolano, tanto Guzmán  Blanco como sus sucesores utilizaron ampliamente. Ya para concluir el período 1880-1882, Guzmán  Blanco manifestó no ser candidato a la presidencia para el nuevo bienio. El Congreso de 1882, acorde con la maniobra política, insistió en que aceptara la candidatura. Para darle visos de legalidad, lo incluyó entre los miembros del Consejo Federal, requisito indispensable para poder ser electo.
Como estaba previsto, fue reelegido presidente y se juramentó el 17 de marzo de 1882. Hubo algunos trastornos de revolucionarios que se levantaron en armas, pero sin mayores consecuencias. Además,  se le erigió también en 1883 una estatua a Antonio Leocadio Guzmán,  padre del presidente. El teléfono inicia por entonces su presencia en Venezuela. A mediados de 1883, un representante de la Inter-Continental Telephone Company, de Nueva Jersey (Estados Unidos) solicita y obtiene del Ejecutivo nacional permiso para instalar en la capital de la República 3 aparatos con fines de demostración: uno estuvo en la Casa Amarilla (sede de la Presidencia), otro en la Universidad Central y el tercero en una empresa comercial del sur de la ciudad, localizada en Puente Hierro. En pocos años, el teléfono se hizo muy popular y el 1 de enero de 1884 fue inaugurada la primera línea interurbana conectando Caracas con La Guaira. La conmemoración, en julio de 1883, del centenario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar constituye el punto culminante de esta etapa del régimen. A los edificios públicos, parques, obras de ornato y de vialidad o de utilidad pública como el ferrocarril Caracas-La Guaira, el servicio telefónico, que habían dinamizado la vida caraqueña dándole  una nueva fisonomía urbana a la capital, vinieron entonces a unirse el parque Carabobo, el templo de la Santa Capilla y el llamado Palacio de la Exposición.
Una pequeña planta eléctrica, movida a vapor, propiedad de Carlos Palacios, iluminó en la noche del 24 de julio, con lámparas  de arco voltaico, el teatro Guzmán  Blanco, la calle del Comercio y los bulevares del Capitolio.
La minería conoció un auge de cierta importancia en este período, cuando a los productos de exportación agropecuarios se le agregaron el cobre y el oro. El cobre de las minas de Aroa, que comenzó a extraerse ya en el período colonial, aumentó sus niveles de producción con la construcción del ferrocarril, cuyo terminal llegaba al puerto de Tucacas, desde donde era exportado a Inglaterra por la compañía británica  que lo explotaba. Las exportaciones de cobre alcanzaron a ser un componente importante del comercio venezolano con Inglaterra durante varios años. Otro importante producto de exportación fue el oro de Guayana. La compañía El Callao, creada en 1870, extrajo oro por más  de 3.500.000 libras esterlinas entre 1871 y 1885. Pero, hacia el fin del Quinquenio, la producción aurífera empezó a decaer y la del cobre se estancó e inició luego también su descenso. El Quinquenio terminaba con una grave crisis económica para el país, ocasionada por la baja de los precios del café y una plaga de langosta que azotó la agricultura.
TERCER GOBIERNO DE GUZMÁN
EL BIENIO
Toma posesión el 15 de septiembre de 1886. Ahora modifica el estilo que lo había distinguido anteriormente, ya que en lugar de manipular el escenario para el ejercicio de un influjo directo e inmediato, mueve las piezas con el objeto de dirigir el gobierno por interpuesta persona, mientras permanece en el extranjero. Su regreso coincide con el mejoramiento de la actividad económica y con el aumento de valor de los títulos de la deuda pública, circunstancias que aprovecha para presentarse como superdotado en la solución de los problemas surgidos durante el mandato de Crespo. En principio, continuó los programas de obras públicas con el énfasis del Quinquenio. Así, por ejemplo, adelanta los trabajos del ferrocarril Caracas-Petare y la línea férrea de la capital hacia Antímano; hace construir en Caracas el puente del Guanábano  y funda la Casa de la Moneda con equipos modernos de acuñación.
Durante el Bienio, la oposición se vuelve más  audaz y los antiguos partidarios de Guzmán  Blanco se dividen o se apartan de él. Un crítico importante a su gestión es, en 1887, el periódico El Yunque, publicado por un grupo de idealistas pertenecientes a las nuevas generaciones que habían fundado el Partido Nacional Democrático, el cual se autocalificaba de Partido de la juventud. Entre ellos estaban Tomás Ignacio Potentini, Luis Correa Flínter, José Mercedes López y Eduardo O'Brien,
Los continuos y despiadados ataques de aquellos muchachos y sobre todo, el interés con que el público esperaba cada día la aparición del periódico, acabaron por exasperar al presidente, que mandó detener a algunos de los redactores y posteriormente, al continuar la publicación, fue ésta suspendida legalmente, aunque circularon algunos números en la clandestinidad.
A mediados de 1887, Guzmán  Blanco no parece interesado en mantenerse mucho tiempo en el ejercicio directo del mando. Por consiguiente, no acepta una proposición de Crespo en el sentido de turnarse sucesivamente los 2 jefes en la presidencia. Guzmán  Blanco rechaza la proposición de una sociedad bicéfala y exclusiva. Prefiere orientarse hacia la búsqueda de un candidato civil para el próximo período y a la selección de un lugarteniente que cubra su ausencia hasta el final del Bienio.
En suma, escoge al general Hermógenes López con el objeto de que lo sustituya hasta las postrimerías del período. Entonces resuelve marcharse a Europa y así lo hace el 11 de agosto de 1887. Como en buena medida el éxito del proyecto modernizador descansa en el influjo inmediato de su persona, poco a poco comienza a descoyuntarse cuanto edificó durante 18 años.
Por lo pronto deja un émulo poderoso, el general Joaquín Crespo y un grupo de políticos civiles cuya ambición es el poder, sin dependencia de los factores tradicionales del liberalismo.


Tomado de: Fundación Polar (1998) Diccionario de Historia de Venezuela (CDROM) Caracas
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Gobiernos de Joaquín Crespo



Gobiernos de Joaquín Crespo
Para suceder a Antonio Guzmán  Blanco en el bienio de 1884 a 1886 aparecen las candidaturas del doctor Juan Pablo Rojas Paúl y de los generales Venancio Pulgar y Joaquín Crespo.
El Consejo Federal, por recomendación del Ilustre Americano, elige por unanimidad a Crespo, cuya lealtad hacia Guzmán  Blanco había sido ampliamente comprobada durante los combates de la Revolución Reivindicadora, de 1878-1879.
Crespo asume la Presidencia de la República el 27 de abril de 1884, mientras Guzmán  Blanco sale investido con el cargo de embajador extraordinario y ministro plenipotenciario de Venezuela ante varios gobiernos europeos.
Los 24 meses de su gobierno se desenvuelven bajo las presiones de una fuerte crisis económica mundial que repercute sobre Venezuela, manifestándose  a través de un déficit presupuestario que paraliza el tren administrativo mientras disminuye la producción de café y se estanca el comercio. La situación de la agricultura empeora cuando, hacia fines de 1884, una plaga de langosta destruye gran parte de las cosechas, causando un alza en los precios de los productos de consumo básico,  hambre y desasosiego.
Para hacerle frente a estas dificultades, el gobierno resuelve reducir las Obras públicas en Bs. 3.000.000 y rebajar en un 25% los sueldos y las asignaciones, mientras se autoriza la libre importación de granos.
En el plano político, los intentos para hacer que Crespo reaccione contra la autoridad de Guzmán  Blanco fracasan ante la inquebrantable fidelidad del presidente hacia su mentor político.
La muerte de Antonio Leocadio Guzmán  (13.11.1884) y su traslado al Panteón Nacional son la ocasión de una importante ceremonia oficial de respaldo al régimen. Sin embargo, las intrigas políticas entre los incondicionales de Guzmán  Blanco y los partidarios de una renovada política de concordia terminan por provocar una crisis de Gabinete del cual quedan excluidos Francisco González  Guinán, Juan Pablo Rojas Paúl, Andrés Simón Ibarra y otros destacados miembros del grupo guzmancista que la guasa caraqueña había calificado con el sobrenombre de Adoración Perpetua.
El déficit fiscal del año 1885-1886 alcanza la cifra de Bs. 3.646.822 y es cubierto con una emisión de títulos de la deuda pública al 1%.
El 1 de junio de 1885 ocurre un pánico  en el mercado con respecto a los billetes en circulación emitidos por el Banco Comercial de Venezuela.
Atenúan un poco la crisis los trabajos que efectúan empresas extranjeras en los ferrocarriles y en el puerto de La Guaira. Ese mismo año, se inaugura el ferrocarril Valencia-Puerto Cabello, inversión garantizada por el 7% sobre el capital.
En el plano político, la oposición a Guzmán Blanco se manifiesta a través del movimiento
“Delpinista” con el cual los estudiantes buscan ridiculizar la figura del Ilustre Americano, glorificando la persona y la obra de Francisco Delpino y Lamas, un modesto sombrerero que creía ser poeta.
La Delpiniada culmina con un acto solemne en el teatro Caracas (14.3.1885) durante el cual Delpino es coronado en el escenario. La prensa a su vez, agudiza sus críticas al Gobierno con los periódicos La Conciencia Pública, El Eco Libre y otros, en cuyas columnas se expresa una nueva generación que aspira al cambio.
En julio de 1885, Venancio Pulgar se levanta en armas e invade a Venezuela por Carúpano. En su proclama, arremete contra Crespo a quien llama «instrumento de Guzmán».  La rebelión es sofocada con prontitud, pero causa una erogación extraordinaria de Bs. 2.700.000.
En enero de 1886, debido a los buenos oficios de Guzmán  Blanco en Europa, se restablecen las relaciones diplomáticas  con Francia, interrumpidas desde 1881.
En febrero del mismo año, se cierra temporalmente la Universidad Central de Venezuela, debido a los disturbios causados por el acto de protesta durante el cual los estudiantes habían incinerado varios ejemplares del folleto El Bien Público, cuyo autor, el curandero Telmo Romero, para entonces director del manicomio de Caracas, figuraba como el «Rasputín» de la familia Crespo.
El 27 de abril de 1886, el Consejo Federal reeligió a Guzmán  Blanco presidente de la República para el período constitucional 1886-1888. Como éste se mostraba reacio a regresar, se recogieron firmas en todo el país pidiendo su retorno, en un movimiento cuidadosamente organizado que recibió el nombre de La Aclamación..
A su llegada a La Guaira, en agosto de 1886, Guzmán  Blanco elogió públicamente a Crespo con los siguientes calificativos: “modelo de hombres digno” quien había “...recibido el Depósito de la Regeneración Nacional...”, y lo había conservado “...como un tesoro sagrado para entregarlo íntegro a su sucesor...”
El 15 de septiembre de 1886, Guzmán  Blanco recibía, por tercera vez, la Presidencia de la República de manos del encargado del Ejecutivo doctor Manuel Antonio Diez.

Segundo Gobierno de Joaquin Crespo
Triunfante la Revolución Legalista, Joaquín Crespo hace su entrada en Caracas el 6 de octubre de 1892 y se encarga al día siguiente del Poder Ejecutivo.
Una de las primeras medidas del nuevo Gobierno la constituye el decreto del 28 de octubre de 1892 mediante el cual se declaran embargados los bienes de 340 funcionarios del régimen del presidente Raimundo Andueza Palacio, disponiendo además,  que dichos funcionarios serían sometidos a un juicio de responsabilidad civil y administrativa. Esta medida causó gran alarma, pues afectaba a numerosos personajes importantes, tanto de la capital como de las provincias y sólo sirvió para agudizar la profunda crisis de la tesorería del Estado venezolano. La revolución, en efecto, se negaba a reconocer las deudas contraídas por la administración anduecista durante los combates que ocurrieron de marzo a octubre de 1892.
Para obviar inconvenientes, se firmó un contrato provisional mediante el cual el Banco de Venezuela, el agente del Tesoro Público, se volvía a hacer cargo de las recaudaciones de las aduanas del país contra un crédito al Gobierno de Bs. 2.500.000 al 1% mensual (14.11.1892). A mediados de diciembre, ya se va agotando el crédito.
El ministro de Hacienda, doctor y general Juan Pietri, quien ha sido uno de los principales consejeros políticos de Crespo durante la campaña revolucionaria, solicita entonces un nuevo adelanto sobre la cuenta corriente del Tesoro Público, bajo la promesa de firmar un contrato definitivo que reconozca las deudas anteriormente contraídas. La respuesta del banco es firme: no se otorgarán  más  créditos; además,  uno de los directores y de los principales accionistas del Banco de Venezuela, Manuel Antonio Matos, se encuentra incluido en la lista de ex funcionarios cuyos bienes han sido embargados.
El 5 de enero de 1893, el pago de una orden oficial es rechazado; la reacción gubernamental no se hace esperar; al día siguiente, por orden oficial, la aduana de La Guaira le niega sus recaudaciones a la agencia del banco. Es la ruptura abierta. Empiezan a circular rumores de que el ministro Pietri está  dispuesto a poner en liquidación al Banco de Venezuela y que ha iniciado negociaciones con un grupo financiero extranjero para formar un Banco Nacional Agrícola y Comercial. El 9 de enero de 1893 se desata el pánico;  las taquillas del Banco de Venezuela son asaltadas por el público quien acude a cambiar sus billetes por numerario; ante esta situación, los directivos del banco acuden a conferenciar con Pietri; la crisis se resuelve.
El Gobierno reconoce las deudas anteriores, por un monto de Bs. 2.546.384, pagaderos a partir de 6 meses en cuotas mensuales, con el 5% de las recaudaciones que hiciera el banco por cuenta del Gobierno. El banco, a su vez, se encarga de hacer las recaudaciones con el 1,5% de comisión y accede a otorgar un nuevo crédito de Bs. 2.500.000 al 8% anual.
 La situación se vuelve a estabilizar y el Banco de Venezuela será  uno de los pilares del régimen crespista. Como una concesión hacia el restablecimiento de la confianza, Crespo resuelve conceder una amnistía parcial que incluye a la mayoría de los ex funcionarios del gobierno de Andueza cuyos bienes les son restituidos (14.3.1893).
El año 1893 es, para Venezuela, un año de recesión relativa; el precio del kilo de café pasa de Bs. 1,65 en 1892 a Bs. 1,42, mientras el volumen del comercio exterior baja de Bs. 176.171.000 en 1892 a Bs. 141.500.000. La balanza comercial se mantiene positiva, pero esto se logra con una reducción en las importaciones, hecho que pasa desapercibido debido a peripecias del debate constituyente y a la campaña electoral.
.La fecha de las elecciones queda fijada para el 1 de diciembre de 1893 y el nuevo período constitucional de 4 años comenzaría el 28 de febrero de 1894.
La Constitución de 1893 mantiene la división territorial de la República en 9 grandes estados, pero las secciones que los integran pueden recobrar sus antiguas autonomías de estados. En vista de ello, el estado Bermúdez se disgrega en 2 (1898), el estado Miranda en 3 (1898) y el estado Los Andes en 2 (3.1.1899).
La Constitución, a su vez, confirmaba el ejercicio del voto directo y secreto, un retorno al principio democrático  de la Carta Magna de 1864. Una de las preocupaciones inmediatas de Crespo, mientras tanto, es la reforma y profesionalización del Ejército. A instancias de Ramón Guerra, crea el Gran Consejo Militar (30.1.1893), encomendándole  la tarea de estudiar las diferentes facetas de la tecnología militar, de recaudar información sobre las tácticas  de combate desarrolladas en Europa y elaborar un plan general de defensa nacional. Se renovaron los armamentos con la compra de nuevos fusiles, de un cañón Krupp y de un crucero que se bautizó con el nombre de General Crespo, mientras la formación profesional del Ejército incluiría cursos de instrucción militar y de alfabetización de los reclutas.
La campaña electoral de 1893 presenció una intensa actividad entre los diferentes grupos políticos del país. Antiguos guzmancistas, continuistas y liberales crespistas animan el debate, destacándose  la formación del Partido Nacional, auspiciado por Velutini y el periodista Simón Barceló, así como del Partido Republicano Liberal de tendencia conservadora.
Las elecciones, para sorpresa de muchos, transcurren sin incidentes; Crespo obtiene la mayoría de los votos y toma posesión como presidente constitucional de la República el 14 de marzo de 1894. Los efectos de la recesión de 1893 empiezan a hacerse visibles con el nuevo año; el Tesoro está  en crisis, el comercio paralizado, los artesanos sin trabajo.
Un largo verano ha quemado el pan de las cosechas. En Caracas, montañas de útiles caseros crecen en las casas de empeño, mientras que a las manos de los contratistas y trabajadores de las obras públicas van, a cambio de moneda, unos papeles que el ministro de Hacienda José Antonio Velutini bautiza con el nombre de «deuda flotante».
El panorama es sombrío y la inauguración de nuevas obras como el ferrocarril alemán  de Caracas a Valencia (2.2.1894) no alivia mucho la situación.
El 28 de abril de 1894, un terremoto azota las poblaciones del distrito Tovar del estado Mérida. Se empieza a denunciar con fuerza la creciente corrupción del régimen, la dilapidación de los fondos del Estado en contratos para obras públicas que parecen beneficiar exclusivamente al conde italiano Giuseppe Orsi de Mombello, verdadero ministro de Obras Públicas sin cartera, quien ha sido el arquitecto y constructor, entre otras edificaciones, del Palacio de Miraflores, la nueva residencia privada del presidente Crespo. Al mismo tiempo las intervenciones de Jacinta Parejo de Crespo en los asuntos de Estado provocan crisis políticas y resentimientos.
A comienzos de 1895, se cuentan más  de 3.000 cesantes en la sola Caracas (sobre un total de aproximadamente de 75.000 h) y un desfile (20.1.1895) pide protección para el gremio de los artesanos.
La oposición guzmancista vuelve a surgir, bajo el liderazgo de Manuel Antonio Matos, aconsejado desde París por su concuñado, el Ilustre Americano. Crespo decide adelantarse a los acontecimientos y le propone al mismo Matos formar un nuevo Gabinete de entendimiento nacional. Matos acepta (marzo 1895); el manifiesto-programa del nuevo Gabinete promete luchar contra el despilfarro y el peculado y ofrece introducir orden en el manejo de las finanzas. El Ministerio de Matos sólo llega a durar unos escasos 6 meses (marzo-octubre 1895); fue, desde su inicio, un intento para evitar una crisis política, buscando la «integración» efectiva del capital bancario nacional al aparato gubernamental crespista.
El fracaso de este intento, junto con la necesidad de hacerle frente a las obligaciones contraídas, tanto con las instituciones financieras venezolanas como con las empresas ferrocarrileras extranjeras (la garantía del 7% sobre su capital invertido) llevan a la administración del presidente Crespo a buscar nuevas vías de financiamiento.
Una de estas vías es el empréstito negociado en 1896 con el Disconto Gesellschaft de Berlín, por un monto de Bs. 50.000.000 (junio-noviembre 1896). Las condiciones del empréstito y la actuación del negociador comisionado por Venezuela, el joven abogado Claudio Bruzual Serra, desatan una tempestad política. Se acusa a éste de haber lesionado los intereses del país, rebajando a Venezuela al rango de «nación semi-soberana», mientras fuentes bien informadas aseguran que Crespo recibió Bs. 2.000.000 del total del empréstito.
El debate, sin embargo, pronto pierde vigencia. La crisis diplomática  con Gran Bretaña sobre el territorio de la Guayana Esequiba (1895-1896) ha llevado, mediante la intervención de Estados Unidos, al sometimiento del caso ante el Tribunal Arbitral de La Haya (comienzos 1897) y se cuestiona la forma en que el Gobierno venezolano ha tratado la situación.
El 22 de febrero de 1897, Crespo admite ante el país que Venezuela ha sido marginada de las negociaciones y hace constar su protesta al respecto; pero tampoco el debate sobre el despojo territorial logra animar la opinión: 1897 es el año crucial de las elecciones.
Joaquín Crespo había garantizado que los comicios para el período presidencial de 1898 hasta 1902 serían libres. De los 5 candidatos que se presentan, sólo uno parece destacarse como favorito: el general José Manuel Hernández,  el Mocho, respaldado por el recién fundado Partido Liberal Nacionalista. La evidente popularidad del Mocho Hernández,  su imagen de hombre honrado aunque sin programa de gobierno definido y sobre todo, su campaña que utiliza por primera vez en Venezuela los métodos electorales perfeccionados en Estados Unidos, pronto convencen a Crespo que su candidato oficial, el general Ignacio Andrade, tiene pocas posibilidades de imponerse en los comicios.
El día de la votación, el 1 de septiembre de 1897, el Gobierno manda ocupar las mesas por «...hombres del campo que llevaban el machete debajo de la cobija...»  Andrade es el vencedor proclamado como tal por el Congreso (28.2.1898), mientras el Mocho Hernández  se subleva contra la farsa electoral. Crespo, quien acaba de entregarle la presidencia a Andrade, sale personalmente a sofocar la rebelión, pero en el sitio de La Mata Carmelera (Edo. Cojedes), una bala lo hiere mortalmente (16.4.1898).
La muerte inesperada de Crespo se produce así poco después de finalizado su mandato presidencial, y cuando actuaba como «hombre fuerte» de su sucesor.
A pesar de las dificultades económicas y de la crisis que afecta el comercio exterior de Venezuela, la última década del siglo XIX presencia la afirmación gradual en el país de una burguesía mercantil, afirmación que se manifiesta a través de la creación de Cámaras  de comercio en Caracas, Maracaibo, Valencia y Puerto Cabello (1894), a través de la consolidación del aparato bancario nacional y del desarrollo de nuevas industrias manufactureras (tenerías, telares, etc.), las cuales, a su vez, revelan la necesidad de considerar los problemas de una incipiente clase obrera asalariada que reúne su primer Congreso en Caracas (28.10.1896).
Las reformas que instituye Crespo en el Ejército, complementadas con la creación del Instituto Militar de Artillería (1895), la reorganización de las Fuerzas Armadas (julio 1896) y la división del país en 5 circunscripciones militares (febrero 1898), representan el primer intento sistemático  de profesionalizar el cuerpo castrense.
En el plano político, las provisiones de la Constitución de 1893 restituyen, por lo menos teóricamente, unos métodos democráticos  de gobierno y Crespo, salvo un intento de rebelión, en noviembre de 1895, logra mantener un régimen de paz. En ese sentido, el fraude electoral de 1897 constituyó, para toda una generación que aspiraba a un cambio después de los 18 años de personalismo guzmancista, el final de una ilusión: la tolerancia de las libertades civiles y un régimen de paz y derecho habían fracasado ante la autoridad del gobernante, impidiendo el ejercicio real de esas libertades y del régimen de ellas derivado.    N.H.V.
Tomado de: Fundación Polar (1998) Diccionario de Historia de Venezuela (CDROM) Caracas
BIBLIOGRAFÍA:
GALLEGOS, MANUEL MODESTO. Historia contemporánea:  otro capítulo de mis memorias inéditas 1869-1888. Caracas: Tipografía Mercantil, 1924;
 LANDAETA ROSALES, MANUEL y otros. Documentos relativos a la vida pública del general Joaquín Crespo. Caracas: Imprenta Colón, 1894-1896. 3 v.;
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LEVEL DE GODA, LUIS. Exposición política a los venezolanos. Puerto España, Trinidad: Imprenta del Daily News, 1897;
MESTRE, VICENTE SEBASTIÁN. Disyuntiva nacional: Venezuela o Crespo. Caracas: Tip. Guttenberg, 1900;
PIETRI, JUAN. El derecho a la revolución: contestación al doctor Casañas. Caracas: Imprenta de «La Unión Liberal», 1893;
REYES, FRANCISCO DE PAULA. El quinquenio Crespo. [Nueva York]: s.n., 1897;
RONDÓN MÁRQUEZ, R. A. Crespo y la revolución legalista. Caracas: Ediciones de la Contraloría, 1973;
VELÁSQUEZ, RAMÓN J. La caída del liberalismo amarillo: tiempo y drama de Antonio Paredes. 5ª ed. Caracas: Congreso de la República, 1987.

Presidencia de Francisco Linares Alcantara



LA PRESIDENCIA DE LINARES ALCÁNTARA

Al Septenio le siguió la presidencia de Francisco Linares Alcántara, elegido por Guzmán Blanco para sucederlo. Linares Alcántara ganó las elecciones en febrero de 1877, fue en ese mes cuando Guzmán Blanco viajé a Europa con su familia, confiado en que su protegido seguiría con su política Francisco Linares Alcántara. nació en Turmero el 3 de abril de 1825. Militar y político, participó en la Guerra Federal (1859-1863) y luchó en defensa de la causa liberal (1868-1870). Inició su carrera política en 1854 cuando fue elegido diputado  al Congreso Nacional. El 27 de febrero de 1877, Linares Alcántara fue elegido presidente del Congreso Nacional. Se le otorgó el titulo de El gran demócrata por permitir el regreso de los exiliados políticos en medio de una gran reacción nacional en contra de Guzmán Blanco.
Murió repentinamente en la Guaira el 30 de noviembre de 1878, justo en ese momento avanzaba hacia Caracas una revolución con la clara intención de quitarlo del poder y restituir a Guzmán.
El gobierno de Francisco Linares Alcántara, en los escasos 18 meses de su duración, fue un período cuyas metas estuvieron orientadas hacia lograr una apertura política, calificada como democrática,
Símbolo de este clima de apertura y del respeto por los derechos individuales, fue el decreto del 24 de mayo de 1877 (núm. 2.051), llamado Decreto de la Paz, el cual permitía el regreso a Venezuela de los exiliados políticos.
De igual forma, la proposición para un decreto de amnistía general con la liberación de todos los presos políticos, el cual fue aprobado por los diputados en la Asamblea Nacional Constituyente en diciembre de 1878 (ya muerto Linares Alcántara),  apuntaba hacia una mayor apertura que la que había imperado durante el Septenio guzmancista. Aunque el Congreso de 1877 fue responsable de un plan para permitirle a los 20 estados formar una compañía para explotar las minas de oro de Guayana, logrando así abrir otra fuente de ingresos para las arcas, siempre vacías, de los diferentes estados, la decisión del Congreso de 1878 relativa a las obras públicas es lo que más  se destaca del nuevo enfoque gubernamental. El decreto núm. 2.094, emitido por el Congreso el 15 de mayo de 1878, estipulaba que cada estado recibiría, del presupuesto nacional de Obras Públicas, la suma anual de Bs. 120.000 que sería aplicada a aquellas obras que las autoridades estatales consideraran como más  beneficiosas para su respectivo estado; esto significaba un cambio radical con respecto al control centralizado de los proyectos de obras públicas llevado a cabo durante el Septenio.
Si bien el decreto que pedía la demolición de las estatuas de Antonio Guzmán  Blanco, aprobado por la Asamblea Nacional Constituyente el 19 de diciembre de 1878, después del fallecimiento de Linares Alcántara, es generalmente considerado como la culminación del proceso político iniciado con su ascenso al poder, sin embargo, mucho más  indicativos del rechazo político hacia el gobierno del Septenio fueron los hechos siguientes: el decreto, aprobado el 18 de diciembre de 1878, que revalidaba la Constitución de 1864; las reformas que una comisión especial recomendó para la consideración del próximo Congreso; así como las propuestas de revisar la ley de septiembre de 1872 que había prohibido los seminarios y de devolverle a sus antiguos dueños los bienes eclesiásticos  que habían sido confiscados.
De hecho, el período de gobierno de Francisco Linares Alcántara  marcó un proceso de reacción contra Guzmán  Blanco que se inició, virtualmente, desde abril de 1877, con la publicación de varios periódicos, entre ellos La Prensa Libre de Puerto Cabello, o posteriormente, La Tribuna Liberal de Caracas que entablaron fuertes polémicas con La Opinión Nacional, vocero oficioso del guzmancismo.
Numerosas hojas sueltas que circulaban en Caracas y en las principales ciudades del interior atacaban abiertamente la figura del Ilustre Americano, calificándolo  de:…insigne malhechor, ladrón, sacrílego, etc.
Los guzmancistas incondicionales acusaban la indolencia cómplice del gobierno que no hacía nada para impedir las circulación de estos pasquines. La chispa que generaría el incendio de la reacción fue el proyecto de honores al general Linares Alcántara,  presentado ante el Congreso a iniciativa de Nicanor Bolet Peraza el 8 de mayo de 1877. A tenor del proyecto, se le concedería al presidente Alcántara  el título de Gran Demócrata.
En esta oportunidad, varias intervenciones en la Cámara  de Diputados se convirtieron en ataques directos a Guzmán  Blanco quien optó entonces por ausentarse del país (19.5.1877). Los episodios de la reacción se fueron concretando: Decreto de la Paz del 24 de mayo de 1877; el regreso a Venezuela del ex arzobispo de Caracas Silvestre Guevara y Lira (7.8.1877); la reapertura del Colegio de Ingenieros, clausurado por el Ilustre Americano.
A comienzos de 1878, una intensa campaña de glorificación al presidente Alcántara  se unía a la solicitud del retorno a la Constitución de 1864 que extendía a 4 años la duración del período presidencial. A pesar de que la opinión pública discutía desde mediados de 1877 las posibles candidaturas para la sucesión presidencial, “No habrá  elecciones” era el comentario del día.
Los propósitos continuistas de Linares Alcántara  se sumaban entonces al proceso de reacción contra Guzmán  Blanco. La muerte repentina del Gran Demócrata (30.11.1878) no interrumpió este proceso que siguió con el decreto del 18 de diciembre de 1878 que revalidaba la Constitución de 1864 y con el del 19 de diciembre que pedía la demolición de las estatuas de Guzmán  Blanco en Caracas.
Ante el vacío de poder que había dejado la muerte de Alcántara,  la Asamblea Nacional Constituyente, reunida en Caracas, acogió la proposición de Nicanor Bolet Peraza de elegir como primer designado al general Gregorio Valera, un hermano del difunto presidente y como segundo designado al general Gregorio Cedeño, quien se desempeñaba como presidente del estado Carabobo (20.12.1878). Valera se encargaría del Poder Ejecutivo hasta tanto se celebrasen las elecciones. pero los partidarios de Antonio Guzmán  Blanco, dirigidos en esta oportunidad por Francisco González  Guinán, lograron atraer a su causa al general Cedeño quien encabezó, el 29 de diciembre de 1878, la llamada Revolución Reivindicadora cuyo objeto era el retorno al país del Ilustre Americano y el fin de la aventura reformista iniciada por Francisco Linares Alcántara.

Tomado de: Fundación Polar (1998) Diccionario de Historia de Venezuela (CDROM) Caracas
BIBLIOGRAFÍA:
ARESTIGUETA MONTERO, RAFAEL. Para la historia: la administración Alcántara.  Caracas: Imprenta de La Opinión Nacional, 1878;
BIGOTTE, FÉLIX E. La verdad revelada. Caracas: Imprenta de Jesús María Soriano e Hijos, 1878;
GONZÁLEZ GUINÁN, FRANCISCO. Mis memorias. Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República, 1964;
LINARES ALCÁNTARA, FRANCISCO. El ejecutivo nacional a los venezolanos. Caracas: Imprenta Nacional, 1877; __. Mensaje del Presidente Constitucional de los Estados Unidos de Venezuela, presentado a la Legislatura Nacional de 1878. Caracas: Imprenta de La Opinión Nacional, 1878

Gobierno de Juan Pablo Rojas Paúl



Gobierno de Juan Pablo Rojas Paúl,  5 de Julio de 1888 _  18 de Marzo de 1890
La elección presidencial: La sucesión presidencial al Bienio guzmancista de 1886 a 1888 es motivo de una crisis política que enfrenta a los 2 principales caudillos del liberalismo amarillo: Antonio Guzmán  Blanco, el presidente saliente, y Joaquín Crespo, el ex presidente del bienio 1884-1886. Guzmán Blanco desconfía de la creciente influencia de Crespo en el seno del Partido Liberal y busca contrarrestar sus evidentes aspiraciones presidenciales.
El 29 de junio de 1887, una reunión celebrada entre ambos con el fin de precisar opiniones con respecto a un posible candidato termina con una velada ruptura. Crespo anuncia su intención de salir de Venezuela, partiendo rumbo a España el 8 de julio. Guzmán  Blanco, a su vez, para no verse obligado a presidir «...una cruzada casi personal contra Crespo...», también anuncia su intención de abandonar el país y con el fin de neutralizar a los partidarios del crespismo, propone resolver el problema de la sucesión presidencial mediante la celebración de una «convención de candidatos liberales», insinuando de antemano las posibles candidaturas de Juan Pablo Rojas Paúl y de Francisco González  Guinán.  Guzmán  Blanco sale para Europa el 10 de agosto de 1887 (nunca más  regresará  a Venezuela) y el 8 de febrero de 1888, se reúne en Caracas la convención de delegados de los 5 candidatos presidenciales: Raimundo Fonseca, Juan Pablo Rojas Paúl, Manuel Antonio Matos, Ovidio María Abreu y Francisco González  Guinán.  Rojas Paúl logra la victoria en la votación mediante la oferta que le hace González  Guinán  de cederle sus votos a cambio de su nombramiento como ministro de Relaciones Interiores y al parecer, la donación de Bs. 200.000.
La reunión del Congreso que, a través del Consejo Federal, debe sancionar la elección del nuevo presidente de la República, es motivo de renovados enfrentamientos. Se busca impedir que los parlamentarios crespistas puedan trasladarse a Caracas, mientras partidarios del presidente encargado Hermógenes López intentan demorar la reunión de las cámaras.  González  Guinán,  desde su despacho de Relaciones Interiores, acusa a los diputados crespistas de fomentar actividades conspirativas y los manda encarcelar, incluyendo al propio presidente de la Cámara  de Diputados, general Francisco Tosta García. Sometido así cualquier intento de oposición, Juan Pablo Rojas Paúl asume oficialmente la presidencia de la República el 5 de julio de 1888. Al conocer el desenlace del proceso eleccionario, Crespo se traslada a la isla de Trinidad y luego a la de Saint Thomas, con el decidido propósito de invadir a Venezuela. En noviembre, se embarca en la goleta Ana Jacinta y se dirige hacia Coro. Interceptado por el general Francisco de Paula Páez  al mando del vapor Libertador (2.12.1888), Crespo es apresado, conducido a La Guaira (4.12.1888) y encerrado en Caracas en la cárcel  de La Rotunda, donde se le proporcionan toda clase de comodidades. Rojas Paúl y Crespo se entrevistan en la prisión (6.12.1888) y convienen en resolver la crisis política sin tomar en cuenta las proposiciones que, al respecto, hace Guzmán  Blanco desde París. Rojas Paúl expide un indulto general y Crespo se compromete a desistir de toda actitud bélica contra el Gobierno. El prisionero recobra su libertad el 24 de diciembre de 1888 y viaja hacia al Perú 2 días después.
La reacción antiguzmancista: El entendimiento entre Rojas Paúl y Crespo es sólo una de las manifestaciones del gradual distanciamiento entre el nuevo presidente y Guzmán  Blanco quien, desde París, pretende seguir manejando los asuntos del gobierno. Otro tema de enfrentamiento es el de los contratos pactados por Guzmán  Blanco en Europa y en Venezuela, así como los monopolios de diversa índole concedidos por el Ilustre Americano. Un contrato celebrado en 1887 entre Felipe Tejera, José Antonio Salas y el Gobierno para la construcción de cloacas en Caracas y de unas ramblas macadamizadas sobre el cauce de las quebradas Catuche y Punceres es improbado por el Congreso de 1888, lo cual suscita la vehemente protesta de Guzmán  Blanco, quien califica de «economistas de pulpería» a los que votaron en contra del proyecto. De igual manera, en agosto de 1888, un contrato negociado entre Guzmán  Blanco y el Banco Franco-Egipcio con miras a desplazar al Banco Comercial de Venezuela como auxiliar de las operaciones fiscales del Gobierno, es fuertemente criticado por los sectores de la burguesía financiera caraqueña, consultados al respecto por el Ejecutivo, y no logra prosperar. Finalmente, 7 contratos ferrocarrileros y 3 sobre inmigración quedan sin recibir atención oficial. Desde el inicio de su mandato, Rojas Paúl había resumido su programa de gobierno en 3 palabras: «paz, legalidad y concordia». El uso de la palabra «concordia» es el motivo esgrimido por González  Guinán  para rechazar la cartera de Relaciones Interiores ya que no se encuentra dispuesto a hacerle concesiones a los enemigos tradicionales del guzmancismo. Estos enemigos tradicionales, destacándose  entre ellos Marco Antonio Saluzzo y Laureano Villanueva, exhortan al presidente Rojas Paúl a gobernar con independencia. El proceso reaccionario contra Guzmán  Blanco se inicia en forma definitiva. En febrero de 1889, se constituye en Caracas una junta para adquirir, por suscripción pública, la casa natal del Libertador y los promotores de la iniciativa se dirigen a Guzmán  Blanco, propietario del inmueble, para proponerle la operación de compra-venta. Éste se muestra dispuesto, siempre y cuando se le indemnice adecuadamente. El carácter  poco elegante de la respuesta de Guzmán  Blanco desata una campaña de prensa, sólo levemente censurada por el Gobierno, que estimula la reacción. El 27 de abril de 1889, fecha aniversaria de la Revolución de 1870, un motín impide la colocación de las tradicionales ofrendas florales ante la estatua ecuestre de Guzmán  Blanco en Caracas. Las multitudes gritan «mueras» a Guzmán  y «vivas» a Rojas Paúl; los guzmancistas, a su vez, acusan al presidente de doblez. Con el fin de lograr una ratificación expresa de su autoridad, Rojas Paúl acude al expediente de presentar su renuncia al Congreso (18.5.1889). Al día siguiente la retira y el 20 de mayo, una manifestación popular recorre las calles de Caracas en su apoyo. Queda consumada la ruptura con Guzmán.  El 26 de octubre de 1889, son derribadas en Caracas las estatuas de Guzmán  Blanco y de su padre Antonio Leocadio Guzmán,  son destrozados los retratos oficiales del Ilustre Americano y saqueadas, en los días siguientes, varias de sus propiedades, tanto en la capital como en el interior.
La obra de gobierno:
 A pesar de que su período de gobierno sólo duró unos escasos 20 meses, en gran parte ocupados por el proceso de reacción antiguzmancista, Rojas Paúl pudo enrumbar su administración hacia el logro de varias metas.
Para ello podía contar con una situación económica globalmente favorable debido particularmente al auge en los precios del café en los mercados internacionales.
Católico practicante, pudo llevar a cabo una política de edificaciones religiosas que constituye una de las notas resaltantes de su gobierno. Entre febrero y noviembre de 1889, hace construir la iglesia de San José en Caracas y destina una partida del presupuesto para la reforma y ornamentación del templo de La Pastora.
El 16 de octubre de 1889, crea las nuevas parroquias caraqueñas de San José y de La Pastora. Manda edificar una nueva capilla en la catedral de Caracas, levantar una iglesia en El Rincón de El Valle, remodelar la Santa Capilla, ornamentar la basílica de Santa Teresa, rematar la de las Mercedes, restaurar la de Santa Rosalía y auxiliar económicamente a varios templos en vías de construcción en poblaciones del interior.
En abierto contraste con la política anticlerical de Guzmán  Blanco, permite la creación de facultades de ciencias eclesiásticas  en los colegios nacionales de Maracaibo y Barquisimeto, la traída a Venezuela de las monjas francesas de San José de Tarbes con el fin de abrir en Caracas un plantel educativo para niñas y ayuda al presbítero Santiago F. Machado para establecer en el país la congregación de las Hermanitas de los Pobres.
Al mismo tiempo, le toca inaugurar el cable submarino La Guaira-Antillas Francesas-Europa (26.7.1888), así como la columna monolítica mandada levantar por Hermógenes López en la plaza Bolívar de Valencia para conmemorar la batalla de Carabobo (24. 6.1889).
Le toca también decretar la construcción del acueducto de Barquisimeto así como la del Hospital Nacional de Caracas (16.8.1888), el futuro hospital Vargas, ambas obras inauguradas por su sucesor. Finalmente, durante su gobierno se procedió a la colocación del lienzo de la Batalla de Carabobo de Martín Tovar y Tovar en el Salón Elíptico del Capitolio Federal (5.4.1889), y fue fundada por decreto presidencial la Academia Nacional de la Historia (28.10.1888), instalada en sesión solemne por el propio Rojas Paúl el 8 de noviembre de 1889; también se editó la Gran recopilación geográfica,  estadística e histórica de Venezuela a cargo del general Manuel Landaeta Rosales.
La sucesión presidencial:
 Los partidarios de Rojas Paúl, a partir de septiembre de 1889, empezaron a plantear un proyecto de reforma constitucional para aumentar a 4 años el período presidencial, eliminar el Consejo Federal y los territorios federales, restablecer la vicepresidencia y el sufragio universal y secreto. Además,  el nuevo proyecto constitucional ampliaba la libertad de reunión y las garantías individuales y concedía al Congreso la iniciativa en materia de posteriores reformas constitucionales.
También establecía que los contratos pactados por el Ejecutivo no darían lugar a reclamaciones internacionales. Al mismo tiempo, privaba a los estados de la posesión de elementos de guerra y aportaba una serie de modificaciones en la organización político-territorial: se constituía definitivamente el Distrito Federal, se mantenían los grandes estados estatuyendo la desaparición de las secciones autonómicas Falcón y Zulia del Gran Estado Falcón para fusionarlas en una sola entidad, medida ésta que desató una violenta reacción en el Zulia.
Finalmente, el proyecto se complementaba con unas «disposiciones transitorias» que buscaban, de hecho, propiciar la reelección inmediata de Rojas Paúl. Remitido a las legislaturas, el proyecto fue aprobado en sus líneas generales, pero las intenciones continuistas de las «disposiciones transitorias» provocaron un rechazo por parte de la prensa, circunstancia que determinó al presidente a aplazar la iniciativa reformista.
Para comienzos de 1890, se empiezan entonces a barajar los nombres de los posibles candidatos presidenciales: Raimundo Andueza Palacio, Laureano Villanueva y Jesús Muñoz Tébar.
El primero recibió el apoyo del presidente saliente y el 6 de marzo de 1890,  Andueza fue elegido por el Consejo Federal para el bienio 1890-1892, juramentándose  el día 19 de ese mismo mes.    N.H.V.

Tomado de: Fundación Polar (1998) Diccionario de Historia de Venezuela (CDROM) Caracas
BIBLIOGRAFÍA:
ARMAS CHITTY, JOSÉ ANTONIO DE. Vida política de Caracas en el siglo XIX. Caracas: Ediciones América Libre, 1976;
CALCAÑO MATHIEU, JUAN. Siete artículos editoriales de «La Causa Liberal». Caracas: Imprenta Colón, 1893; GALLEGOS, MANUEL MODESTO. Anales contemporáneos:  memorias del general Manuel Modesto Gallegos. Caracas: Tipografía Casa de Especialidades, 1925-1926. 2 v.;
 GONZÁLEZ GUINÁN, FRANCISCO. Episodio histórico; historia del gobierno del doctor Juan Pablo Rojas Paúl: contestación: réplica. Caracas: Tipografía El Cojo, 1925; __. Historia del gobierno del doctor J.P. Rojas Paúl, presidente de los Estados Unidos de Venezuela en el período constitucional de 1888 a 1890. Valencia: Imprenta de La Voz Pública, 1891; __. Mis memorias. Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República, 1964;
GUINAND HERNÁNDEZ, LUIS. Verdades para la historia, núm. 1. Caracas: Imprenta de El Indú-Americano, 1891; __. Verdades históricas, núm. 2. Caracas: s.n., 1891;
ROJAS PAÚL, JUAN PABLO. La administración fiscal del doctor Juan Pablo Rojas Paúl: la acusación y la defensa ante el jurado de la opinión pública. Caracas: Imprenta de La Opinión Nacional, 1890; __. Contestación del doctor Juan Pablo Rojas Paúl al libro del doctor Francisco González  Guinán.  Caracas: Tipografía Mercantil, 1925; __. Mensaje que el doctor Juan Pablo Rojas Paúl, presidente Constitucional de los Estados Unidos de Venezuela, presenta al Congreso Nacional. Caracas: Imprenta de La Opinión Nacional, 1889; __. Mensaje que el señor doctor Juan Pablo Rojas Paúl, presidente constitucional de los Estados Unidos de Venezuela, presenta al Congreso Nacional en sus sesiones de 1890. Caracas: Editorial de La Opinión Nacional, 1890; __. Páginas  de la administración del doctor Juan Pablo Rojas Paúl, presidente constitucional de los Estados Unidos de Venezuela; compilación de Pablo Borges y A. Herrera Toro. Caracas: Imprenta y Litografía Nacional, 1889;
VELÁSQUEZ, RAMÓN J. La caída del liberalismo amarillo: tiempo y drama de Antonio Paredes. 5ª ed. Caracas: Congreso de la República, 1987; ZUMETA, CÉSAR. Rojas Paúl y la historia: notas a la obra del Dr. Francisco González  Guinán.  Caracas: Consejo Supremo Electoral, 1982.

  Cronología de presidentes venezolanos 1830-1908   La siguiente cronología resume en orden y por años algunos sucesos históricos vivido...