LOS TERRATENIENTES
Estaban constituidos por civiles y militares propietarios de grandes extensiones de tierras, en su mayoría descendientes de los mantuanos, la oligarquía criolla o grandes cacaos de la Colonia.
LOS COMERCIANTES O BURGUESÍA MERCANTIL
La formaban, en buena parte los "blancos de orilla" del período colonial, que incrementaron sus riquezas con la especulación con los productos de primera necesidad, durante los años de la lucha por la independencia. Posteriormente se dedicaron a los negocios de exportación e importación. Finalmente se dedicaron a la actividad crediticia, en la cual fueron usureros.
LOS ARTESANOS
Eran carpinteros, zapateros, herreros, talabarteros, orfebres, sastres y otros oficios, ejercidos en las casas de habitación o en pequeños talleres. Producían para el mercado local, lo cual unido a la carencia de créditos a intereses razonables, les impedía transformarse en burguesía industrial. Las importaciones limitaban su desarrollo y fortalecían a la burguesía mercantil y financiera.
LOS CAMPESINOS Constituían la mayoría de la población, se ocupaban de trabajar las tierras en las haciendas y plantaciones de los latifundistas o de cuidar el ganado. Se dividían en peones asalariados y aparceros, estos últimos trabajaban las tierras a cambio de entregarle parte d el cosecha a los terratenientes.
Los aparceros se dividían en medianeros, obligados a entregar la mitad de la cosecha; arrendatarios, que pagaban en efectivo, y colonos, que pagaban con trabajos el uso de tierras ajenas. La mayor parte de los soldados eran de origen campesino. También existían campesinos que trabajan en pequeños conucos (minifundistas) en tierras de la nación para subsistir.
ESCLAVOS Eran considerados propiedad de sus amos y vivían en la miseria total. Trabajaban en plantaciones. Muchos huían.
LA ECONOMIA COLONIAL
A partir del siglo XVII la Corona comenzó a impulsar actividades agrícolas que se desarrollaron sobre dos bases legales: la propiedad privada de la tierra, basada en el re- partimiento, la venta y la composición de tierras; y la explotación de la mano de obra a través de la encomienda y la esclavitud.
Sin embargo, para obtener la propiedad definitiva, el colono debía cultivarlas y vivir en ellas por un tiempo determinado. Con el surgimiento de los poblados, los cabildos pudieron dotar de solares y terrenos del ejido a los vecinos.
LA COMPOSICIÓN DE TIERRAS A mediados del siglo XVII surgieron algunos problemas sobre la legalidad de los títulos de propiedad, así como sobre los verdaderos límites de los terrenos. Ante tal situación,
la Corona ordenó a la Real Audiencia de Santo Domingo que pidiera a los vecinos la presentación de los títulos de propiedad de sus tierras.
Si las medidas de los linderos eran mayores que las señaladas en el documento, los vecinos debían comprar a la Corona la porción de tierra sobrante.
EL USO DE LA TIERRA Durante la Colonia hubo dos gran- des grupos de actividades económicas: la ganadería y la agricultura. La ganadería se desarrolló principalmente en los hatos, donde pastoreaban grandes rebaños de reses al cuidado de peones. Esta actividad se localizó en la región de los llanos centro-occidentales. A partir del siglo XVI se introdujo el ganado vacuno, caballar y lanar.
La agricultura se practicó principalmente bajo las siguientes modalidades económicas y técnicas:
La hacienda, caracterizada por una producción variada de cultivos destinados al consumo directo de la población. En ella se trabajaban grandes extensiones de tierra, con tecnología muy sencilla y numerosa mano de obra en tiempos de siembra y cosecha.
La plantación, dedicada a la producción de un solo tipo de cultivo que por lo general se destinaba a la exportación. El trabajo en la plantación era intensivo, empleaba técnicas de producción más avanzadas y requería grandes inversiones. La mano de obra, principalmente esclava, era pequeña, pero sumamente explotada.
Tanto en las haciendas como en las plantaciones existió la agricultura de subsistencia, es decir, familias de campesinos, peones y esclavos, que cultivaban en sus conucos alimentos para consumo propio, como la yuca y el plátano.
LA ENCOMIENDA La encomienda consistió en la asignación de indígenas de cada localidad entre los conquistadores, quienes estaban obligados a educados y vestidos a cambio de la obediencia, la servidumbre y el trabajo gratuito en las tierras del español, que consistía fundamentalmente en el cultivo de maíz y algodón. En Venezuela la encomienda se inició en 1545 en El Tocuyo, y pronto se extendió a la mayoría de las ciudades. La economía agrícola se desarrolló durante los primeros años de la Colonia, con la mano de obra gratuita de los encomendados.
La mayoría de los encomenderos no respetaron las obligaciones hacia los indígenas, y en muchos casos los sometieron a maltratos y trabajos forzados, lo que provocó la protesta de muchos sacerdotes, como Bartolomé de las Casas. Finalmente, la institución de la encomienda quedó abolida en 1718. El servicio personal del indígena fue sustituido por el pago en dinero o su equivalente en fruto, pagado directamente al encomendero .La explotación de la fuerza de trabajo indígena se inició en la costa oriental de Venezuela, donde los aborígenes fueron capturados y obligados a extraer las perlas de Cubagua. Los abusos cometidos por los españoles llegaron pronto a oídos de los reyes de España, quienes prohibieron la esclavitud indígena en 1542. A partir de entonces, los nativos fueron incorporados al proceso productivo de la tierra por medio de la encomienda.
EL REPARTIMIENTO Tuvo su origen en la facultad otorgada por la Corona a los jefes de expedición para repartir entre los pobladores las tierras descubierta
LA ESCLAVITUD La importación de esclavos negros de África se inició desde muy temprano en el continente americano, especialmente en las islas del Caribe. Los primeros autorizados para traer esclavos africanos a Venezuela fue- ron los Welser, de acuerdo con la capitulación de 1528. Luego, lo realizaron compañías inglesas, francesas y holandesas. La mano de obra esclava de origen africano constituyó la principal fuerza de trabajo en las minas y en las plantaciones. Los españoles se interesaron en este tipo de mano de obra por su resistencia física y por la más absoluta carencia de derechos para los esclavos, quienes fueron sometidos a trabajar en condiciones crueles. Jurídicamente, el esclavo era un animal doméstico que podía comprarse o venderse de acuerdo con la voluntad del amo. Vivía en barracas ubicadas en las plantaciones. De acuerdo con las leyes de la época, el hijo de una esclava nacía esclavo, y por lo tanto se le consideraba también como una propiedad del dueño de la plantació
A partir del siglo XVII la Corona comenzó a impulsar actividades agrícolas que se desarrollaron sobre dos bases legales: la propiedad privada de la tierra, basada en el re- partimiento, la venta y la composición de tierras; y la explotación de la mano de obra a través de la encomienda y la esclavitud.
Sin embargo, para obtener la propiedad definitiva, el colono debía cultivarlas y vivir en ellas por un tiempo determinado. Con el surgimiento de los poblados, los cabildos pudieron dotar de solares y terrenos del ejido a los vecinos.
LA COMPOSICIÓN DE TIERRAS A mediados del siglo XVII surgieron algunos problemas sobre la legalidad de los títulos de propiedad, así como sobre los verdaderos límites de los terrenos. Ante tal situación,
la Corona ordenó a la Real Audiencia de Santo Domingo que pidiera a los vecinos la presentación de los títulos de propiedad de sus tierras.
Si las medidas de los linderos eran mayores que las señaladas en el documento, los vecinos debían comprar a la Corona la porción de tierra sobrante.
EL USO DE LA TIERRA Durante la Colonia hubo dos gran- des grupos de actividades económicas: la ganadería y la agricultura. La ganadería se desarrolló principalmente en los hatos, donde pastoreaban grandes rebaños de reses al cuidado de peones. Esta actividad se localizó en la región de los llanos centro-occidentales. A partir del siglo XVI se introdujo el ganado vacuno, caballar y lanar.
La agricultura se practicó principalmente bajo las siguientes modalidades económicas y técnicas:
La hacienda, caracterizada por una producción variada de cultivos destinados al consumo directo de la población. En ella se trabajaban grandes extensiones de tierra, con tecnología muy sencilla y numerosa mano de obra en tiempos de siembra y cosecha.
La plantación, dedicada a la producción de un solo tipo de cultivo que por lo general se destinaba a la exportación. El trabajo en la plantación era intensivo, empleaba técnicas de producción más avanzadas y requería grandes inversiones. La mano de obra, principalmente esclava, era pequeña, pero sumamente explotada.
Tanto en las haciendas como en las plantaciones existió la agricultura de subsistencia, es decir, familias de campesinos, peones y esclavos, que cultivaban en sus conucos alimentos para consumo propio, como la yuca y el plátano.
LA ENCOMIENDA La encomienda consistió en la asignación de indígenas de cada localidad entre los conquistadores, quienes estaban obligados a educados y vestidos a cambio de la obediencia, la servidumbre y el trabajo gratuito en las tierras del español, que consistía fundamentalmente en el cultivo de maíz y algodón. En Venezuela la encomienda se inició en 1545 en El Tocuyo, y pronto se extendió a la mayoría de las ciudades. La economía agrícola se desarrolló durante los primeros años de la Colonia, con la mano de obra gratuita de los encomendados.
La mayoría de los encomenderos no respetaron las obligaciones hacia los indígenas, y en muchos casos los sometieron a maltratos y trabajos forzados, lo que provocó la protesta de muchos sacerdotes, como Bartolomé de las Casas. Finalmente, la institución de la encomienda quedó abolida en 1718. El servicio personal del indígena fue sustituido por el pago en dinero o su equivalente en fruto, pagado directamente al encomendero .La explotación de la fuerza de trabajo indígena se inició en la costa oriental de Venezuela, donde los aborígenes fueron capturados y obligados a extraer las perlas de Cubagua. Los abusos cometidos por los españoles llegaron pronto a oídos de los reyes de España, quienes prohibieron la esclavitud indígena en 1542. A partir de entonces, los nativos fueron incorporados al proceso productivo de la tierra por medio de la encomienda.
EL REPARTIMIENTO Tuvo su origen en la facultad otorgada por la Corona a los jefes de expedición para repartir entre los pobladores las tierras descubierta
LA ESCLAVITUD La importación de esclavos negros de África se inició desde muy temprano en el continente americano, especialmente en las islas del Caribe. Los primeros autorizados para traer esclavos africanos a Venezuela fue- ron los Welser, de acuerdo con la capitulación de 1528. Luego, lo realizaron compañías inglesas, francesas y holandesas. La mano de obra esclava de origen africano constituyó la principal fuerza de trabajo en las minas y en las plantaciones. Los españoles se interesaron en este tipo de mano de obra por su resistencia física y por la más absoluta carencia de derechos para los esclavos, quienes fueron sometidos a trabajar en condiciones crueles. Jurídicamente, el esclavo era un animal doméstico que podía comprarse o venderse de acuerdo con la voluntad del amo. Vivía en barracas ubicadas en las plantaciones. De acuerdo con las leyes de la época, el hijo de una esclava nacía esclavo, y por lo tanto se le consideraba también como una propiedad del dueño de la plantació
ACTIVIDADES ECNÓMICAS DE LA COLONÍA
LA EXPLOTACIÓN PERLÍFERA: La extracción de perlas fue la primera actividad económica
realizada por los españoles en territorio venezolano. Los colonizadores de Cubagua
obligaban a los nativos de la región a sumergirse hasta el fondo del mar para
sacar las ostras. Esta actividad fue tan intensa que en apenas 30 años se agotaron
los ostrales y los colonos abandonaron la isla.
LA MINERÍA: La búsqueda del oro y otros metales preciosos
fue el principal interés de los exploradores que llegaron a Venezuela. Los
españoles y otros aventureros europeos, enloquecidos por la leyenda de El Dorado,
recorrieron inmensas distancias, pero sin éxito. Las pocas minas de oro
que se encontraron eran muy pobres y pronto fueron abandonadas. Entre
ellas se puede mencionar la de Los Teques, descubierta por Francisco Fajardo;
las de Buria, cerca de San Felipe; las de los Valles del Tuy y las de San Sebastián
de los Reyes. También se explotaron aunque en pocas cantidades las minas de cobre
ubicadas en Yaracuy.
Otros cultivos: durante el periodo colonial
se cultivaron el algodón y el añil, que llegaron a alcanzar gran importancia
para la artesanía y la pequeña industria textil. En el aspecto alimenticio, el
maíz, las caraotas, la papa, la yuca, el apio y diversas hortalizas constituyeron
los principales productos de consumo de la población.
Las haciendas explotaron cultivos autóctonos, como
la guayaba y la guanábana, al lado de plantas extranjeras (el cambur, el mango
y la naranja) que se adaptaron favorablemente a las condiciones climáticas de
Venezuela.
LA GANADERÍA: Las primeras reses y caballos llega- ron a Venezuela
desde la isla de Santo Domingo durante los prime- ros años de la Conquista. Entre
1529 y 1530, los Welser trajeron numerosos caballos, reses y ganado
menor, que incluía cerdos y ovejas. Desde Coro, el ganado fue trasladado
hacia El Tocuyo y Barquisimeto, donde las condiciones del clima, los pastos
naturales y la existencia de agua favorecieron el desarrollo de la cría. En 1560, el conquistador Cristóbal Rodríguez fundó
el primer hato en los llanos centrales que hoy comprenden al
estado Guárico. De allí la ganadería se extendió hacia Apure. Con el correr del
tiempo, la ganadería se convirtió en una creciente actividad económica debido
al incremento de los rebaños y las múltiples labores que se desarrollaron a
partir de la industria del cuero, que para 1620 exportaba más de 9 300
piezas a España. Igualmente, se derivaron de la ganadería vacuna otros
productos, como la leche, los quesos, la nata y la carne sala- da, que
contribuyeron a la alimentación de los pobladores. La ganadería porcina y la cría de aves de corral
tuvieron un escaso' desarrollo durante la Colonia debido a su poco
aprovechamiento, y sólo sirvieron de complemento alimenticio a las familias.
LA AGRICULTURA: Durante el proceso de poblamiento y fundación de
nuevas ciudades, el colonizador español comenzó a desarrollar la producción
agrícola en función de cultivos autóctonos de América de gran demanda en Europa
y otras colonias americanas, como el cacao, el tabaco y el algodón. Posteriormente,
fueron introducidos cultivos originarios de África, como el café, la caña de azúcar
y el añil. Para mediados del siglo XVIII, la agricultura
venezolana había alcanzado un importante desarrollo gracias a los siguientes
cultivos: El cacao: se convirtió en el principal producto de
exportación de Venezuela, debido a su excelente calidad. Las plantaciones se localizaron en
las tierras cálidas y húmedas de la costa de Barlovento, Cumaná y Yaracuy, así como
en los fértiles valles del Tuy y de Aragua y en la zona sur del lago de
Maracaibo. El tabaco: alcanzó mucha importancia debido a la gran demanda que tenía
en Europa y en el comercio ilegal que realizaban los contrabandistas holandeses,
franceses e ingleses en nuestras costas. Sus principales áreas de producción se
localizaron en los valles de la cordillera de la Costa y los Andes, pero luego
se extendieron a los Llanos.
En Barinas se producía uno de los mejores tabacos
de América. El café: fue traído a Venezuela por los misioneros
españoles durante el siglo XVIII. Se cultivó en las zonas templadas de los
Andes, la cordillera de la Costa y en Gua- vana, Esta planta se convirtió posteriormente
en el principal rubro de exportación durante la Venezuela agropecuaria. La caña de azúcar: fue introducida desde las
Antillas y cultivada en los valles de Caracas, Valencia, El Tocuyo, Guanare, Barquisimeto
y Carora. Este producto sirvió como materia prima para la producción de papelón,
dulces y aguardiente.
Lectura extraídas textualmente de
Arias A, Alberto( 1995) Lecciones de historia moderna y contemporánea de Venezuela. Caracas, Editorial Romor.
SANTILLANA (2002) Historia d Venezuela, Séptimo grado, Caracas, Editorial Santillana
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